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         ISSN 2792-5110

HABLA DE ARTE®

WALLAPOP VIDEOWARS: Las aventuras de las imágenes, los espacios de la clase obrera y la resistencia del analógico.

Lo grabamos todo, como si lo que vivimos se nos fuera a escapar, quizás para intentar que todo perdure más de la que debería: los cumpleaños que eran la más importante celebración cuando éramos niños, las fiestas del pueblo donde todos bailaban bajo un montón de luces de colores, las vacaciones cuando tenía 10 años y fuimos a Marina D'Or y solo queríamos pasar tardes eternas en la piscina. Encendíamos la cámara como si el acto de rodar fuese una garantía de perdurabilidad. Recordaremos esto. Estuvimos aquí. Cada gesto y cada risa quedaban atrapados en un carrete que nos prometía preservar esas escenas que temíamos perder.


¿Qué pasaría si esas cintas acabasen en manos de alguien random que se las ha comprado para grabar sus propios recuerdos? Tal vez mis vacaciones infantiles llegasen a otra persona y escribiera su historia sin saberlo junto a la de mi familia, terminaríamos mezclados con las bodas de unos desconocidos. Quizás simplemente reescriban la cinta y, sin saberlo, borren todos nuestros recuerdos y acabemos sustituidos por otras risas que no nos pertenecen. O puede ser que acabasen en mano de Chema García Ibarra y Leonor Díaz y en lugar de perderse entre diversos anuncios de Wallapop se vieran en una batalla de cintas junto a un striptease dosmilero.


[La siguiente entrevista se hizo a cargo de Adrián G. Ríos con la colaboración en las fotografías de Ángela Marcos Tato, en Julio de 2025]


Puedes acceder a la entrevista completa en vídeo a través de nuestro canal de YouTube:



Espacio del evento Wallapop Videowars
Espacio del evento Wallapop Videowars
En el evento se pudieron ver una serie de elementos decorativos que llamaron la atención de todos los asistentes: atrapasueños con tapas de allioli, un cuadro collage de Shrek, vasos con dientes, y una cámara con pegatinas de gatitos, navi´s de avatar y ojos saltones… etc… ¿Cuál fue la inspiración para elaborar la escenografía de la instalación del encuentro Wallapop Wars?

Leonor: Son objetos que voy coleccionando. Yo me voy encontrando cosas y las voy guardando. Y al tenerlas, voy pensando, no sé, se me ocurre pues lo del atrapasueños, me entraron ganas de hacer algo con la tapa del pollo asado, que es algo muy de aquí, muy de los domingos. Y tenía algún atrapasueños por ahí y dije venga. No sé las patas de pollo, me apetecía hacer algo con patas de pollo, pensé bueno un: jarrón [...] voy guardando cosas y se me van ocurriendo como mezclarlas, como hacer otras cosas de esa misma. De cosas que no tienen nada que ver, hacer otra, y así voy montando todo lo que se vio luego en la exposición.


Atrapasueños intervenido por Leonor Díaz.
Atrapasueños intervenido por Leonor Díaz.
¿Cómo conjuga el uso de las imágenes cotidianas y costumbristas con el cine de Chema García Ibarra, inherentemente costumbrista?

Chema: Había muchas posibilidades de que fueran imágenes cotidianas pero no todas, porque realmente no sabíamos lo que eran pero claro, al final es un formato doméstico. Se ha comprado a personas que las vendían en wallapop, obviamente había muchas posibilidades de que fueran imágenes domésticas, pero a lo mejor nos íbamos a encontrar un video industrial, que también pasó, como imágenes más técnicas, alguien estaba grabando una instalación de luces y sonidos que claramente eso era por algo técnico. Pero estábamos preparados para comuniones, celebraciones, sobremesa, bueno comuniones no sé si hubo pero celebraciones sí, pero estábamos preparados para eso. Y eso tiene mucho que ver con las películas que hacemos, obviamente, que siempre suceden en lugares muy cercanos si eres como nosotros una persona de clase obrera, si eres rico no son muy cercanos para ti, obviamente, pero si vienes de un contexto obrero como es nuestro caso efectivamente son muy cercanos. Tienen mucho que ver con la vida en un barrio, en una ciudad española mediana, con gente que tiene horarios de trabajo, jefes y ese tipo de cosas. Entonces son un tipo de imagen, y un tipo de persona y un tipo de actividad que se suelen ver en esas imágenes que a nosotros nos viene muy de cerca, las sentimos muy cercanas, y las hemos intentado replicar varias veces en muchas de nuestras películas. entonces, es un ecosistema, podemos decir, de imágenes donde estamos muy cómodos.


“Tiene mucho que ver con las películas que hacemos, obviamente, que siempre suceden en lugares muy cercanos si eres como nosotros una persona de clase obrera, si eres rico no son muy cercanos para ti, obviamente, pero si vienes de un contexto obrero como es nuestro caso efectivamente son muy cercanos.”

Adrian: Sobre todo yo creo que había interés porque claro, como dices tú, cada cinta era un disparador, contaban su propia historia y había todo un contexto, incluso se llegó a plantear la posibilidad de que hubiera una interconexión y hubiera varias cintas que eran de la misma persona.


Chema: Eso tenía sentido porque no compraba cintas cintas sino que eran packs, lotes de cintas, entonces obviamente muchas de ellas tenían el mismo origen. Claramente eran de la misma persona, o el mismo grupo de personas, que se repitieran caras era más o menos normal. También es interesante que cada imagen tuviera una nueva capa de significado teniendo en cuenta la imagen que tenía al lado. De repente había una especie de unión de dos imágenes creando una imagen tercera que era una mezcla de las dos (había una, otra y luego las dos a la vez también generando significado por sí mismo que eso lo dio el azar absoluto). Tres azares distintos.


¿Qué sentirías si vuestras imágenes “caseras” fuesen revisionadas 20 años más tarde por gente aleatoria en un evento similar?

Chema: Tú la imagen, como la has generado tú, la ves parte de ti, ¿no? Pero tienen su vida propia, y llegará un momento en que tú te desvincules de ella, bien porque te olvides de que la has hecho y está por ahí, o bien porque te has muerto, o ha dejado de tener interés para ti y te has deshecho de ellas. En este caso, como hacía esta gente con estas cintas, las cintas ya las han vendido porque ya no tienen interés, o porque probablemente las han digitalizado pero como objetos ya no son útiles. Entonces, la imagen se ha independizado de ti y tiene su propia vida y sus propias aventuras. Yo creo que la conclusión es que por mucho que salgas tú en la imagen, esa imagen que te incluye a ti (por ejemplo la grabación de esta entrevista) tiene una independencia de nosotros y tiene derecho a vivir sus propias aventuras.


Rai María, presentadora en Wallapop Videowars
Rai María, presentadora en Wallapop Videowars

Está bien que sean aventuras sorprendentes, como de repente meterlas en un contexto artístico como intentamos hacer nosotros en una especie de performance artística, y de repente esa imagen genera un nuevo significado y tiene un nuevo efecto. De repente una imagen que no pretendía ser cómica de repente es cómica o que no pretendía ser sorprendente de repente es sorprendente y eso forma parte de la vida propia de las imágenes y de las aventuras propias de las imágenes independizadas de sus creadores y a mi eso me parece que es bastante bonito.


“La imagen se ha independizado de ti y tiene su propia vida y sus propias aventuras. Yo creo que la conclusión es que por mucho que salgas tú en la imagen, esa imagen que te incluye a ti tiene una independencia de nosotros y tiene derecho a vivir sus propias aventuras.”

Leonor: A mi me gusta también porque normalmente cuando grabas algo, o antes se hacía más porque era menos fácil grabar el contexto casero. Ver una casa como era hace 20 años, o que estaban comiendo o cómo vestían. A mi eso es lo que más me llama la atención, que esa gente no pensase que eso se iba a ver después. Yo, por ejemplo, no he sido consciente hasta hace bastante poco de que yo en mi Instagram, una noche de fiesta y grababa todo y lo subía todo y luego pensaba en que hay gente detrás que pueden convertirlo en un meme de repente porque yo haga algo. E inconscientemente he dejado de grabar muchas cosas por eso, por ser consciente de que esas imágenes pueden ser de todo el mundo (si están en Instagram o en Youtube) y de repente una cosa que tu no la has hecho con ese sentido puede convertirse en otra por alguien que haya detrás.


Chema: Y tiene valor documental. Cosas que en el momento, tu estás grabando una sobremesa en el año 87 y para ti lo importante son las personas, quienes están ahí y tal, pero de repente si tu lo ves ahora, yo sobretodo me fijo qué hay en la mesa, qué productos eran, esa botella ¿de qué era? Eso que acaban de comer que se ven como restos de lo que han comido ¿qué receta era esa? Las cosas que están de fondo, los coches que pasan de fondo, lo que hay en un escaparate. Imagínate una foto de una familia que se pone simplemente posando pero están delante de un escaparate de una farmacia del año 89. El escaparate de esa farmacia en el año 89 me parecería una cosa interesantísima. ¿Qué se pone en el escaparate de una farmacia a finales de los 80? En ese momento en el que se realizaría esa foto era completamente irrelevante pero 30 años después es interesantísimo, mucho más que las personas que salen, ¿no?


Leonor: Total.


Chema: Todo ese tipo de valor sale con el tiempo y forma parte de que las imágenes van generando su propia vida y sus propias aventuras.


Teniendo en cuenta lo normalizada que está la democratización de la cámara en móviles, en todo tipo de encuentros sociales ¿Qué pensáis de la herencia de estas imágenes en el día de hoy?

Chema: Hay más facilidad para que desaparezcan (las imágenes) ahora mismo, que antes que al final con este formato de cintas al final una imagen era un objeto, para que desapareciera había que destruir ese objeto o grabar encima. Ahora se generan muchas más imágenes pero creo que también hay mucha más facilidad para que se destruyan ¿no? Se cierran las cuentas o dejas de usarlas y te las cierran. Tienes una cuenta de Instagram con muchas imágenes pero tienes una crisis personal y las borras todas. “Empiezo de ceroˮ y una forma de empezar de cero es borrarlo todo y es como bueno, bien por ti pero quizás había imágenes interesantes ahí ¿No? Que ya no existen porque como te ha dejado el marido has decidido borrarlo porque empiezas de cero. Yo sobre todo pienso en esas cosas de fondo, en el escaparate de la farmacia que había detrás de la foto con tu marido que has borrado porque sale tu marido, pero es que ese escaparate de detrás de repente ha desaparecido también y creo que también hay más volatilidad ahora de las imágenes, como ya no son objetos… Y eso hace también que sean muy atractivas esas imágenes que eran objetos de antes, ¿no? Que también forma parte de la performance que hicimos, muchas de las imágenes eran imágenes muy normales pero se recibían con mucha admiración porque eran supervivientes de una época.


Leonor: Yo me doy cuenta también ahora con lo de la Dana o con cosas así, cuando hay un incendio, que las personas mayores, lo primero que intentan salvar son los álbumes de fotos porque si no ya pierden todas las imágenes de tus familiares. Ahora ya no lo guardas eso, y lo tienes que se te puede borrar en cualquier momento, puedes cerrar la cuenta, el ordenador te peta… Lo tenemos tan a mano… Antes una foto tenías que hacerla, ir a revelar, guardarla, iba pasando, el álbum de fotos de tus padres te lo quedabas tú… Era como una liturgia más, que le tenía más respeto por las fotos. Ahora es un poco pues eso, estás en un grupo de vecinos por ejemplo, “he perdido el móvil por favor si alguien lo encuentra que me lo de porque lo más importante: tengo las fotos de mi hijoˮ ¿Y cómo no las has guardado en otro sitio? Antes había menos posibilidad de registrar eso y se guardaba con más cariño que ahora que tenemos 30.000 fotos. Yo creo que tengo una época en un ordenador que ya no va y que esas fotos ya no las tengo.


Antes una foto tenías que hacerla, ir a revelar, guardarla, iba pasando, el álbum de fotos de tus padres te lo quedabas tú… Era como una liturgia más, que le tenía más respeto por las fotos.

Adrián: Ahora realmente si que hay una suerte de debate, como de que está volviendo o quiere querer volver lo analógico. Con esta cosa de lo vintage, la fotografía analógica poco a poco parece que hay resquicios de que quiere volver ese formato físico, en una era eminentemente digital en la que estamos sobresaturados de archivos que no sabemos porqué, mismamente en el ordenador puedes tener toda clase de descargas que en su día alomejor tuvieron sentido en su día pero ya no. Parece que eso quiere volver a pesar de que incluso en la imagen, lo digital ya puede emular perfectamente la textura analógica. Pero si que hay algo de querer volver, un pulso que todavía no está perdido. Lo analógico está volviendo, no quiere irse.


Chema: Hombre, ten en cuenta que hace 10 años que yo ruedo en 16mm, yo no ruedo en digital desde que conocí ese formato. Y nunca se ha perdido realmente, ha llegado a estar amenazado pero no se pierde el interés en las nuevas generaciones. Conocemos gente muy joven de 20/ 21 años que está completamente hipnotizada con lo analógico, con el Súper 8, con el 16mm. Hay una especie de fascinación por ese formato que no decae y está muy ligado a un cine experimental muy concreto, a unas texturas muy concretas y a unas formas también que tienen que ver con el cine menos narrativo como son el qué proporciona la película en tanto película, cuando se quema se arruga, el ruido…


“Hace 10 años que yo ruedo en 16mm yo no ruedo en digital desde que conocí ese formato. Y nunca se ha perdido realmente, ha llegado a estar amenazado pero no se pierde el interés en las nuevas generaciones.”

Chema García Ibarra y Leonor Díaz presentando Wallapop Videowars.
Chema García Ibarra y Leonor Díaz presentando Wallapop Videowars.

Todo eso sigue años después desde que empezó el cine experimental, sigue fascinando por igual y se siguen pensando formas de extraer texturas que pertenecen solamente al analógico. Todavía a día de hoy se sigue pensando en eso, entonces yo como admirador del formato me gusta mucho ver que no se ha quedado en una generación sino que sigue, permanece, y cuanto más digital se vuelve la imagen más se buscan resistencias y opuestos. Pero eso es natural, es una forma natural, porque incluso cuando empezó el digital muchísima gente estaba fascinadísima por las posibilidades del digital que no tenía la película, y también por su ruido y la experimentación y las posibilidades no narrativas que daba de repente el glitch y cuando se pixelaba, el pixelado fue una cosa completamente nueva. También había una fascinación por ese nuevo formato que era el digital y todas esas cosas que favorecían a su existencia, de repente se podían rodar más de 10 minutos, se podían hacer planos larguísimos, podemos hacer una película que sea únicamente un plano y empezar a experimentar con ese tipo de cosas. Buscar las cosas que te permitía ese formato que no te permitía el formato imperante. Ahora que se ha dado la vuelta y el formato imperante es el digital se siguen buscando cosas que no permite el digital y lo encuentras en otros formatos.


Adrián: Hasta hace poco, me estaba acordando de toda esta movida que hubo con el apagón. De repente hubo una cosa de darnos cuenta de lo esclavos que somos de lo digital, de repente la radio, una cosa casi obsoleta al coche y poco más, pero es algo que no termina de irse porque lo que funciona, funciona.


Normalmente el espacio cinematográfico es la sala de exhibición cinematográfica por excelencia y como tal se le rinde un culto casi religioso. Nuestras imágenes verticales de carácter costumbrista se abstraen de todo esto hasta el punto de que hay gente que ve las historias de Instagram en el baño. ¿Qué importancia se le da al espacio de visionado de estas cintas teniendo en cuenta la abstracción y la poca importancia que se le da a la imagen en la posmodernidad?

Chema: A mi me gusta mucho ir al cine y lo que me gusta es ponerte a ti mismo en una situación en la que lo que manda es la película, lo que estás viendo, entonces no puedes (o sea poder puedes) atender al teléfono, incluso atender a alguien que te dice algo. A mi el cine me gusta como lugar de sometimiento, como sometimiento voluntario a una película, y creo que eso te permite llegar a ser totalmente invadido por la película y que no haya nada que la interfiera. Creo que eso es una forma fantástica de ver una película, es como una cápsula, ¿no? Una cápsula de inmersión, entonces me parece el lugar ideal para verlo claro.


Batalla de cintas en Wallapop Videowars
Batalla de cintas en Wallapop Videowars
“A mi el cine me gusta como lugar de sometimiento, como sometimiento voluntario a una película, y creo que eso te permite llegar a ser totalmente invadido por la película y que no haya nada que la interfiera. Creo que eso es una forma fantástica de ver una película, es como una cápsula”

Nosotros lo que hicimos en Filmadrid fue una sesión de estas que se permite, o no solo se permite sino se incita también al grito, a la diversión, una sesión matinal de una película de

serie b de los años 40 que entras y todo el mundo está gritando, tirandose tal y era eso lo que se buscaba la interacción de la gente con las imágenes, era incompatible con estar sentado y con estar en silencio. Una especie de cine pero muy activo, muy interactivo, y yo creo que eso se consiguió. Todo estaba pensado para que hubiera movimiento físico y de hecho vino la policía porque había mucho grito.


Adrian: Claro, y como que el espacio en ese sentido es muy importante lo que es la instalación. Porque tú al final te metes en un cine y está pensado (la oscuridad, el sistema de sonido) y hay una parte importante en lo social, de que la gente lo está viviendo que es lo que sucedió en el evento, que realmente la gente entró en la cuestión de juzgar la imagen.


Chema: Estuvo bien, el sitio estuvo bien fue una propuesta de Filmadrid este taller de serigrafía, el aforo yo creo que estuvo bien ahí cabían 50, al final fuimos 60 pero yo creo que fue una cantidad de gente que estaba bien, 10 personas más yo creo que hubiera sido agobiante, pero estaba bien para llenarlo todo. Hubo bastante trabajo por parte de Nuria Cubas de Filmadrid, de encontrar el sitio, porque al final nosotros no estábamos haciendo ese trabajo de buscar el sitio, estábamos recibiendo fotos y descripciones y diciendo pues aquí, fue un trabajo de Nuria Cubas de encontrar ese lugar y que estuvieran de acuerdo. Yo creo que estuvo bastante bien, incluso con la llegada final de la policía también le dio como una forma de acabar la acción. Estábamos pensando ¿cuándo acabamos; cuando se acaben las cintas, cuando nos aburramos? Había 48 cintas, no se pusieron 48 cintas se pusieron, qué fueron, 20-25. Entonces estábamos pensando cuándo se acaba ¿cuando se ponga la última cinta? pero a lo mejor no todo el mundo sale con una cinta. Entonces, de nuevo, el azar quiso mostrarnos una forma de acabar muy buena, que era que lo clausuró la policía, pues perfecto.


Adrian: También como que realmente había siempre una última cinta, de venga la última, no, vamos a poner esta… no se sabía terminar.


Chema: Claro, al final lo que quisimos hacer era, tenemos el tema este, tenemos estas cintas pero ¿Cómo las elegimos para que vayan saliendo? pues lo primero fue las metemos en una bolsa y vamos sacando de dos en dos, ¿no? Y yo nunca me había preocupado de contar las cintas, yo tenía una caja, pero no me había preocupado de contar cuántas eran. Cuando las conté y vi que eran 48 y el aforo que teníamos era de 50 dije “hostia si hay el mismo número de citas que de personas pues hay que hacer algo con eso” entonces la idea lógica era asociar una cinta a cada persona; cada persona que fuera llegando recibía una cinta y al final tú estás todo el rato con esa cinta y llegas a tener un vínculo con ella, y quieres saber qué hay, a lo mejor hay cosas escritas en las etiquetas y te genera mucha curiosidad. Entonces normal que incluso cuando ya dimos por acabado eso la gente dice “ya pero es que quiero saber que hay aquí, vamos a verlo por favor.”


En cuanto a la escenografía ¿Es susceptible esta estética de carácter social y costumbrista (kitsch) de servir como inspiración para obras cinematográficas del mismo carácter?

Leonor: A mi siempre me comentan eso y es mi gusto personal, no pienso en ningún momento que sea Kitsch sino que de verdad yo lo veo…. creo que me rodeo tanto de eso y

que las pelis que me gustan tienen esa estética o la ropa que me gusta es… que lo he normalizado tanto que para mi no es extraño, ni es Kitsch ni nada sino que es lo que me gusta sinceramente. No hago ninguna performance, de voy a performar haciendo esta cámara, no, son las cosas que tengo alrededor y me gusta la estética de Avatar y los gatitos y entonces lo pongo.


Chema: Sin haber visto Avatar.


Elementos de la instalación a cargo de Leonor Díaz.
Elementos de la instalación a cargo de Leonor Díaz.

Leonor: Soy fan de Avatar sin haber visto Avatar.


Chema: Nunca hemos visto Avatar.


Leonor: Pero yo soy fan de la gente que es fan de Avatar. Entonces pues eso, se me van los ojos, si veo unas señoras mayores andando. El otro dia ibamos por Madrid, lo primero nada más salir del hotel había tres señoras mayores todas vestidas de leopardo y esas cosas a mi se me van los ojos, a lo mejor otro pasa de largo pero a mi me llama la atención, lo más extremo… para mi entonces ya acaba siendo mi entorno, igual fuera de mi casa no, pero mi casa sí… o sea yo ya hacía esas piezas y luego vino gente preguntándome “¿Ay las vas a vender ? ¿me las regalas?” tal… y yo solo pensaba no, solo quiero que estén conmigo en mi casa.


Adrian: Realmente es como dices tú que lo tienes muy interiorizado en tu personalidad pero hay toda una cuestión de, no sé cómo llamarlo, apropiacionismo de la estética, como que se recurre también según tendencias o según modas como a según que clase de cine. Que ahora es una cosa de: se lleva tal pues vamos a hacer producciones de este carácter. Y realmente creo que es muy guay que a la hora de crear es una cosa muy personal, entonces ahí hay una seña de identidad.


Leonor: No lo siento como apropiación porque es mi vida diaria. Vivo en un pueblo, que en el barrio hay señoras que viven así, las cosas, ese cuadro grande… es de mi vecino de enfrente, quiero decir que yo vivo rodeada de esas cosas, porque nunca me he ido de un barrio obrero. Y son las cosas que ahora se están tirando porque viene la gente a hacer casa blanca tipo aeropuerto, pero me viene bien para quedarme con esas cosas. La tapa del pollo asado es que la llevo viendo mil años, es que… son cosas que tengo alrededor.


“ Yo vivo rodeada de esas cosas, porque nunca me he ido de un barrio obrero. Y son las cosas que ahora se están tirando porque viene la gente a hacer casa blanca tipo aeropuerto”

Adrián: Al final, como que se parte de un estrato social obrero y es toda la imaginería que rodea a ese entorno y de ahí nace esa vinculación personal para con tal y yo creo o reflexiono de alguna forma que se recurre, en otros creadores, a utilizar ese tipo de imágenes porque al final todo vuelve. En estos detonadores, estas historias o imágenes aleatorias, se encuentra la verdad y eso es lo que realmente funciona, lo que se ve intrínsecamente natural, por eso mucha gente recurre a esta estética de lo kitsch pero es muy guay que esté interiorizado en tu persona, porque está hablando de ti, de tu entorno, de tu vecino. Esa verdad luego se plasma en la pantalla, en la obra.


Leonor: Por ejemplo, en Espíritu Sagrado, el bar es un bar que está a tres calles de nuestra casa y es un bar que encima tiene las cosas de Egipto que era como esto… pero el bar es así tal cual, no te tienes que ir tan lejos, nosotros al menos, para encontrar esas cosas. Siempre hemos vivido rodeados de esas cosas, cuando nos dicen “estética ruralˮ creo y en Elche rurales no somos, somos de ciudad, pero la gente se equivoca un poco no sabe para donde tirar, ve un cuadro de ciervos y dice “estetica ruralˮ, bueno no es rural pero tampoco están acostumbrados a tenerlo alrededor, quiero decir, en una ciudad [...] David Pantaleon que es un director que a mi me gusta y que es amigo, me dijo un dia que es verdad que yo tengo el ojo entrenado, entrenadisimo, porque él me llevaba a ver localizaciones y yo hacía: mira esto, mira lo otro… y él decía “es que no, me he tenido que fijar mucho para ver esa cortina…” y yo creo que tengo el ojo como super entrenado y ya me fijo mucho en los detalles, en cuanto entro a un sitio ya sé si ese sitio es guay o no, para mi gusto.


¿Cuáles son vuestras referencias Kitsch en primera instancia cuando pensáis en el estilo? ¿Influye en vuestra forma de crear conscientemente? ¿Hay algo inherente en nuestro propio folklore que nos hace identificar una imagen casera nacional cuando la vemos? Ya sea por los individuos retratados, la imaginería presente o la decoración.

Leonor: Yo creo que sí, se nota, tú ves fotos de fiesta y sabes perfectamente, por el tipo de bebida, por si van más abrigados o no cuándo se hace esa fiesta, si hay pirotecnia sabes ya si es Comunidad Valenciana, si hay más flores, si hay más vírgenes, la comida - si hay unas lentejas sabes que es un sitio donde hace frío - yo es que me fijo un montón en esas cosas entonces me encanta que cada sitio tenga su…


Chema: Luego a Leo le interesa mucho de cada lugar cuál es el merchandising asociado a cada lugar, o sea las cosas que regalan las empresas de los lugares, un bolso, una figurita decorativa, una tal que son promociones que te dan con el periodico local, o que te dan si compras muchas veces en una carnicería pues te dan un calendario de esa carnicería, ese tipo de cosas con marcas locales, también muy asociadas a lugares concretos, utilizas una toalla que es de la caja de ahorros, que está viejísima pero es de la caja de ahorros, o una bolsa de lo que sea local. Esas cosas también hablan de un lugar concreto y nosotros para nuestro trabajo lo admiramos mucho.


Leonor: Si, el otro dia estabamos viendo una casa histórica aquí en un pueblo de al lado, en Santa Pola y la casa era preciosa y era de una persona que tenía mucho dinero y la casa la han dejado conforme estaba. Y yo llegó un momento de aburrimiento porque todo era muy bonito pero no veía vida en esa casa, ¿sabes? Me faltaba un cuadro de colgar las llaves con el “santa polaˮ o algo así, porque esa casa podría haber estado en cualquier sitio. No le veía como cosas distintivas o vividas, era una casa de rico preciosa, con una vajilla preciosa espectacular, pero me aburría. Solo me emocioné cuando veía una cosa de niños de Mickey Mouse, no le veía como… que supongo que eso también es como otra forma de vivir pero a mi se me queda plano, por eso que dice Chema, me hubiera encantado ver una bolsa de tal o ver algo que te pone en contexto de dónde estás o de dónde es esa casa y yo creo que eso… no me veo un rico que le den una cami y lo guarde, ni un bolso, porque tendrá mil mejores. Entonces yo creo que eso está más ligado a la gente que lo guarda todo, que desgraciadamente es la gente que no tenemos tantos recursos.


Leonor Díaz y Chema García Ibarra.
Leonor Díaz y Chema García Ibarra.

Adrian: Y también como víctima de la gentrificación. yo por ejemplo soy de Palma de Mallorca y, claro, estamos completamente invadidos por el turismo, al punto de abstraerte del territorio nacional. No sabes dónde estás, vas a un sitio y la cultura es ajena a la tuya. Y es muy triste, vas a un sitio y comes en un sitio que podrías comer en cualquier otro. No te puedes tomar una fabada, un cocido, que sabes que eso es de aquí. Yo creo que se está perdiendo pero al menos gracias a esta labor documental de retratar y tal, al final no se pierde.


Leonor: Ya, se está homogeneizando el gusto por los sitios de aeropuerto, o sea, vas por el centro de ciudades y las ves impersonales, bares impersonales, ya no hay calendarios, ni hay… a mi me gusta mucho cuando entro a un bar y hay fotos de los parroquianos, de la gente que va al bar, como que, no sé, le da esa distinción y estos bares blancos, lo máximo ahora los sitios de café especialidad que es todo diáfano y no tienen ni vitrina, tienen cuatro cosas ahí. No sé, me parece algo a estudiar, porque es horrible.


Adrian: Y realmente es lo que decías tú de gente maravillada, ¿no?, con la estética de lo kitsch y dices tú “si lo tengo al lado de mi casa”. Eres muy victima de eso, de no ver algo distintivo a tu alrededor.


“Te das cuenta de cosas que pasan y luego las utilizas, yo personajes de Espíritu Sagrado cuando leí el guión yo le decía a Chema esta se parece a la vecina de aquí y me imaginaba esa forma de vestir ese tal, y lo utilizas luego, y la gente dice: madre mia que fantasía y tú pensando: no, no, es gente normal, está inspirada en gente que existe”

Leonor: Claro, eres tú que lo estás destrozando y luego lo quieres replicar cuando no estás yendo a ese bar o comprando en esa panadería y prefieres irte a una industrial que te van a cobrar el triple y cuando desaparece: ay que pena ya no hay panadería, pero si eres tú. Yo voy a la peluquería del barrio, me tomo el café tal, y todo el mundo te conoce, sabes los nombres, no sé, voy al gimnasio que está aquí al lado. Intento hacer vida de barrio, porque creo que eso es lo más importante y además es donde tu ves las historias, te das cuenta de cosas que pasan y luego las utilizas. Yo personajes de Espíritu Sagrado cuando leí el guión yo le decía a Chema “esta se parece a la vecina de aquí”, y me imaginaba esa forma de vestir ese tal, y lo utilizas luego, y la gente dice: madre mía que fantasía, y tú pensando: no, no, es gente normal, está inspirada en gente que existe.


Adrian: ¿Y creeis que esta pérdida de personalidad, o de identidad, está reflejada también en nuestro cine? Obviamente hay cine como muy nuestro, muy local, muy autóctono, pero ¿no creéis que hay una comercialización de la estética, de las historias que se cuentan, que nos desligan un poco de nuestra seña de identidad como creadores de cine de nuestro país?


Leonor: Estéticamente veo muy loco cuando en todas las series estas nuevas están en un salón y está la luz encendida de la cocina, hay 30 lámparas al lado de la tele y tú piensas: nadie tiene todo eso encendido. Ya es algo que me saca directamente y lo veo en todas las series, en todo, que entiendo que es una elección estética pero vamos a mi me saca totalmente de las pelis.


Adrián: Si, yo creo que hay una serie de cine sobre todo de carácter comercial que trata muchas veces no solo de replicar el modelo americano de sagas y cosas así, sino que tratamos como de hacer películas ya como de Marvel, ¿no? Cine que no está tan ligado como a nuestra seña de identidad.


“Una estetica asi extraña y es literalmente la estética de España, pero como no es la de otras películas, porque no hacemos eso de las lucecitas, del tipo de lámpara que siempre está al lado del tipo de sofá que es exactamente el mismo sofá en todos los sitios”

Chema: Claro, los referentes ya son otras películas que a su vez tienen como referentes otras películas. Entonces, se ha desligado el usar como referente cosas de la realidad y

cuando lo haces, como es nuestro caso, pues dicen “esta película es extraña”, juega al extrañamiento. Y lo que hace es tener como referente no a otras películas sino como son las cosas en la realidad, hablando de la estética. Una estetica asi extraña y es literalmente la estética de España, pero como no es la de otras películas, porque no hacemos eso de las lucecitas, del tipo de lámpara que siempre está al lado del tipo de sofá que es exactamente el mismo sofá en todos los sitios sino que son los que de verdad se utilizan. Pues eso, al hacerlo más normal, se hace más extraño, es una cosa muy curiosa esa. Pero porque al final hay una estética que es la estética del cine, que ya se da por hecho. Nosotros nos hemos encontrado con algún equipo técnico que ya da por hecho que tiene que ser así, ¿no? “Aquí ponemos una luzˮ ¿cómo que ponemos una luz aquí? ¿a qué te refieres? ˮsí, en este rincón, una luzˮ.


Pero, ¿dónde hay una luz en una estantería? En las películas. En las películas, en una estantería en vez de haber libros hay una lamparita. Pero, ¿dónde se enchufa? ¿qué sentido tiene poner una lamparita en una estantería? Pues en las películas y en las series todo el sentido, porque están ahí. Quieren que haya puntos de luz repartidos por el plano entonces parece normal poner una lámpara en un armario. Algo completamente absurdo, no tiene ningún sentido hacer eso. Pero en las películas están en todas partes, claro. Entonces bueno, nosotros intentamos no caer en eso.


Leonor: Si, a mi me cuesta porque claro, viene el de luces y a mi me dice “ahí necesitas un punto de luzˮ. Menos mal que con Ion de Sosa, entre los tres, entendemos lo que queremos hacer y si tuviera un dire de foto que no me entendiera igual me obligaba a poner una lámpara ahí y me hubiera costado el triple de explicaciones, de decir “no, es que es absurdo, estás haciendo una casa normalˮ.


Adrián: Al final yo creo que hay una responsabilidad como creativos. En algo tan colectivo como es el hacer una película, que todos los departamentos sepan a lo que se va y trabajen en pos de querer representar un entorno, una escenografía, una forma de actuar. Al final creo que es es muy importante como que se defienda el querer retratar las cosas como son y no generalizar la estética, democratizarla y volverla tan carente de significado.

Leonor: Luego ves alguna serie así loca como “Poquita feˮ y agradeces tanto esa estética de: normal, que dices “gracias por hacer una serie que estoy viéndola y no estoy contando los puntos de luz”.


A título personal ¿Cuál fue la cinta que más os atrajo y por cuáles habríais votado como ganadoras de todas las vistas?

Chema: Si, no tanto una cinta como la combinación de dos, cuando de repente se dio en una pantalla: un niño bebé sonriente y en la otra una señora haciendo un striptease, eso fue como ¿esto que es? Ese momento… irrepetible completamente, vamos.


Leonor: A mi me gustó mucho el momento que iban unos en un coche haciendo ueeee. Porque soy muy fan del fotofiesta, de estas fotos que se hacen cuando la gente va de fiesta, entonces todo eso me interesa también. Las bengalas, esa también me divirtió mucho, y la de moros y cristianos que yo quería que ganara, y nada.


Adrián: Pues genial, eso sería todo. No sé si tenéis alguna conclusión más que sacar.


Chema: Fue divertido, vino la policía, eso nos dio un final divertido. Y descubrimos un bar por la zona que se llama “El Loloˮ que nos gustó mucho para ir después y la directora de Filmadrid estaba contentísima con como fue, así que fue una experiencia muy buena, la verdad.


Nuria Cubas, directora de Filmadrid.
Nuria Cubas, directora de Filmadrid.

Adrián: Pues genial, entonces esperemos que se puedan repetir instalaciones o ideas así de locas.


Chema: Cosas similares si, pero esto concretamente no.


Leonor: Decidimos que nacía y moría ahí.


Adrián: Es irreplicable, si.


Chema: Es que ya nos lo han propuesto eh, y no. No se va a repetir así que los que estuvisteis ahí que sepáis que fue una cosa única y que nunca más va a pasar. O por lo menos no lo vamos a hacer nosotros, si alguien quiere comprar cintas y hacerlo, es libre de hacerlo.

Adrián: Eso también le da significado, le da valor a esta cosa que decíamos de lo físico, de aprender a vivir el momento y a disfrutarlo. Así que por lo menos que pueda servir como detonante a otras ideas u otras cosas que puedan ser sugerentemente igual de interesantes.


Leonor: Claro, ya nos inventaremos otra cosa, pero esa no.


Adrián: Bueno, pues muchísimas gracias por este espacio y en general por la instalación, por el concepto y por la idea.



BIOGRAFÍAS

Chema García Ibarra es un director, guionista y productor español nacido en Elche (Alicante) en 1980. Es conocido por su estilo peculiar que fusiona el cine de autor con el surrealismo, el humor negro y una crítica social sutil pero potente. Su cortometraje El ataque de los robots de Nebulosa-5 fue uno de los más premiados del año 2009, con más de 110 galardones y 350 nominaciones en festivales de todo el mundo, consiguiendo la preselección al Óscar y al Goya. En 2010 escribió, produjo y dirigió Protopartículas, ganador de una Mención de Honor en el Festival de Sundance. Y en 2019 estrenó su primer largometraje Espíritu Sagrado. Todas sus obras se caracterizan por la presencia de actores amateur, creando lo que el autor ha definido en otras entrevistas como “ciencia ficción doméstica".


Leonor Díaz Esteve es la persona detrás de la dirección de arte, el vestuario, la elección de casting y localizaciones y el concepto artístico de todos los trabajos de Chema García Ibarra, además ha trabajado con otros cineastas como Leire Apellaniz, David Pantaleón o Julián Génnison en obras como Ayudar al ojo humano, Canto Cósmico o Rendir los machos. Su trabajo dota al cine de una personalidad única caracterizada por el uso de todo tipo de ropas y utensilios cotidianos, trayendo de vuelta objetos reconocibles de nuestra cultura y entorno, reinterpretados con un punto de vista fundamental para crear universos totalmente únicos, plagados de detalles que visten particularmente cada historia que se representa y haciendo de la caracterización y el espacio, un personaje más.



¿QUÉ ES FILMADRID?

Nacido en 2015 de la mano de Nuria Cubas, Javier H. Estrada y Gabriel Doménech González se ha convertido en un festival de referencia en el panorama fílmico nacional e internacional. Son varias sus señas de identidad, entre ellas la Sección Espejo que supone un espacio en que se “profundiza en los procesos creativos y el desarrollo de los cineastas” facilitando así sumergirnos en su obra, o el programa Vanguardias Live en el que se “une el cine con la experiencia en vivo” y en el cual se enmarca el evento Wallapop Videowars

organizado por Chema García Ibarra y Leonor Díaz y presentado por Julián Génisson y Rai María.

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