Primer artículo de una nueva sección de esta revista, Arte y revolución en marcha. José Fernández abre este apartado constatando que, la última revolución tecnológica tiene que ver con el conocimiento, la innovación, la creatividad, el pensamiento crítico.
Tablas de Adán y Eva, Alberto Durero, 1507. Museo Nacional del Prado.
El hecho que hemos constatado es que la última revolución tecnológica tiene que ver con el conocimiento, la innovación, la creatividad, el pensamiento crítico y, para colmo, con la introspección profunda hasta llegar a conectar con el verdadero yo. El Banco Mundial, y las demás organizaciones internacionales, llevan años avisando de este cambio en la personalidad de cada uno de nosotros. Nos han dado permiso para ser nosotros mismos.
Sé que suena inspirador. Gracias a las nuevas tecnologías, todo lo que no sea relevante para el crecimiento personal, lo harán las máquinas y la Humanidad podrá, por fin, ser feliz. Si miro atrás, a la generación de mis padres, ellos pertenecieron a grandes organizaciones que eran nocivas para el desarrollo personal. Así tal cual:
“¿Podemos crear organizaciones libres de las patologías que suelen surgir en los lugares de trabajo? ¿Libres de politiqueos, de burocracia o de disputas internas; libres de estrés y de fatiga; de resignación, resentimientos o apatía; libres de las poses de los directivos y de la monotonía que experimentan los que están en la base de la pirámide?” (Reinventar las organizaciones, Frederic Laloux, Arpa Editores 2016)
En este libro, todas las organizaciones pasan por fases y parece que hemos llegado a la última. Voy a resumir como lo ven los nuevos sacerdotes, los coaches: El mes que viene seremos Eva recién creada, sin pecado original, y dejamos atrás todo lo demás.
Han dado por clausurados los tiempos de jerarquías, lideres, carismas, gestión por calidad y objetivos, la obediencia como la mejor manera de ejercer la libertad y la capacidad del ser humano para el sectarismo. Se nos ha quedado la cara de Travolta. Sobre todo, a los boomers, seguro.
Al mismo tiempo, la pandemia y la inestabilidad política, las viejas castas extractivas de la vieja economía llevan al poder a los Trump de turno, que se apoyan en las redes sociales, las nuevas tecnologías. Para terminar el circulo vicioso, esas redes sociales no sólo lideran los mercados, las bolsas, sino que lo hacen con las viejas armas del capitalismo salvaje.
Nos obligan a ser felices, si o si, nosotros mismos, en la plenitud de facultades, talentos y virtudes en el mismo momento en que nos han condenado a ser manipulados como nunca.
Y este es el hecho. Pretender que las nuevas tecnologías sean las que hagan posible un paraíso en la Tierras ¿no es pura manipulación? ¿No son las promesas de las ideologías y de las religiones? La definición de paraíso es tremenda: ser cada uno feliz de forma plena junto a todos los demás por toda la eternidad. Esta es la promesa de todas las ideologías y, ahora, de los coach.
Paraísos 7, 9, 13 - 15, de Marc Chagall, 1961.
Revolución Industrial y transformación de la Humanidad
Este es el marco en el que moveré mis colaboraciones. Las nuevas tecnologías nos proveen de grandes realizaciones. Y tienen sus riesgos y sus amenazas. Las dos anteriores revoluciones industriales no llegaron a ser relevantes para la mayoría de los habitantes de Occidente, hasta pasar por dos guerras, mal llamadas mundiales, y traernos el vivir en el fondo del abismo nuclear.
Esta de ahora, esta Revolución Industrial, podrá llegar a todos tras guerras que nadie quiere y que nadie puede evitar, por lo visto. Sólo hay que ver lo que pasa ahora mismo en Siria o en Ucrania.
Pero es más que una Revolución Industrial. Cada vez que la Humanidad externaliza alguna parte de las actividades superiores del ser humano (razón, memoria e imaginación) se produce un cambio radical. Según Michel Serres esto se ha producido en tres momentos: la escritura, la imprenta y las nuevas tecnologías.
Alrededor de la escritura apareció la geometría, el derecho y la moneda, junto a las religiones del libro. Liberarnos de la dependencia de la memoria, de las tradiciones orales, nos permitió liberar a la memoria para dedicar nuestra inteligencia e imaginación sobre lo que queda escrito. Podemos tomarnos con calma a darle vueltas a nuestros problemas y encontrar nuevas soluciones.
Con la imprenta llego la ciencia moderna, el individualismo, la crisis de las religiones y el progreso en las revoluciones industriales, a la postre. El poder disponer de todo el conocimiento en nuestras casas, realizar envíos de libros de uno a otro lugar, dejar de depender de las bibliotecas y monasterios, libero, de nuevo a la inteligencia al uso de la memoria para recordar lo relevante para que la imaginación diera salida a nuevas respuestas. Lutero, con una Biblia impresa en la mano, nombro Papa a cada creyente.
Ahora mismo, con las nuevas tecnologías, todas las facultades del ser humano se potencian hasta el infinito. Memoria, inteligencia e imaginación las podemos usar como jamás antes, en términos de computación, esto es, de conocimiento.
¿Qué nos queda a los seres humanos? Imaginar, crear, desarrollar puras novedades, nos dice Serres. Y esto no tiene nada, pero nada que ver con los coaches y que tenemos que ser nosotros mismos. Al ser una revolución de tanto calado, toda la Humanidad, cambiarán las religiones, el Derecho, las ciencias, las culturas, todo. Lo tenemos es que repensar todo, innovar en todo y, esto, nos une como nunca como Humanidad, nos obliga ser solidarios, empáticos, una verdadera fraternidad, sin que el cinismo de frustraciones pasadas pueda con esta realidad.

El abrazo, Juan Genovés, 1930
Pongo un ejemplo. La Humanidad siempre ha luchado “contra las fuerzas de la Naturaleza”. Los efectos de clima, de las enfermedades o de los desastres naturales fueron domesticados por la electricidad, el saneamiento de las ciudades, los avances de las ciencias y las tecnologías inspiradas por ellas.
Ahora, por el efecto de las Nuevas Tecnologías, podemos afectar a la Tierra entera, a todos los ecosistemas presentes, para bien y para mal o, lo que es peor, con modificaciones genéticas que tendrán efectos eternos, todo lo eterno que sea el Universo. Toda la Humanidad y todo el planeta Tierra se verá afectado por las Nuevas Tecnologías, por primera vez en la Historia, de forma global y, si no tenemos cuidado, de forma irreversible. Dominaremos a la Naturaleza, lo que nos pone ante una novedad nunca vista
Las artes y el pensamiento
Volvemos un poco al principio. Ser uno mismo, hasta poner en juego la vida misma, ¿no es la pasión indómita de todos los artistas, pensadores, intelectuales, de cualquier creador? La pintura, la arquitectura, la escultura, la música, el teatro, el cine o la fotografía, junto a la filosofía o las ciencias, son historias de cientos de miles de mujeres y hombres que, contra toda la sociedad de su tiempo, eligieron ser ellas y ellos mismos, fuera como fuera.
Si las Nuevas Tecnologías nos llevan ante la necesidad de reinventarlo todo, ¿a quiénes acudiremos si no es a quienes son capaces de ser ellas y ellos mismos de forma obsesiva desde los albores de la Humanidad? En la Viena de entre guerras es apasionante ver como Rainer Maria Rilke le arrebato a Nietzsche de los brazos de Lou Andreas-Salomé, la primera discipula de Sigmund Freud y se cruzaba con los Wittgenstein, con Gustav Mahler, que fue tratado por Sigmund Freud, cuando Adolf Loos cambiaba el destino de la arquitectura y, a la vez, se fundaba el sionismo mientras Hitler buscaba un hueco para ser artista plástico. Se veían en los cafes, en los teatros mientras surgían los folletones, la inflación manipuladora de los medios de comunicación, la prensa escrita.
a. Lou Andreas-Salomé (centro) y Rainer Maria Rilke (izquierda) visitando al poeta ruso Spiridon Drozhzhin.
b. Lou Andreas-Salomé, junto a Paul Reé y F. Nietzsche
Ahora mismo, y lo desarrollaremos en las colaboraciones que seguirán a esta, sólo podemos sobrevivir si aceptamos la complejidad, los sistemas dinámicos que, sin tener estos nombres tan fríos y calculados, son la Viena, el Paris, el Berlín de entreguerras para seguir la diáspora judía y rusa en Estados Unidos tras la emergencia del Nazismo y el Comunismo.
Las artes y el pensamiento en todas sus formas, son de nuevo la única esperanza, pase lo que pase.
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