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         ISSN 2792-5110

HABLA DE ARTE®

Mujeres artistas del siglo XX que no aparecían en mi libro de arte de la carrera. Paula Rego

Actualizado: 30 sept

Con una trayectoria activa de más de seis décadas, Paula Rego fue transitando desde la segunda mitad del siglo XX por estilos como el Expresionismo, el Surrealismo, el Pop Art, el Neodadaísmo y la figuración, aunque lo que caracteriza su trabajo, que llega hasta su fallecimiento en 2022, es la incansable capacidad que despliega para contar historias en imágenes, aproximándose a ellas desde unas narrativas de lo inusual que toman forma de crítica a los poderes políticos y las jerarquías sociales tradicionales, defensa de sectores civiles descuidados, atención a las crisis personales y su afrontamiento a través del arte, además de revertir las representaciones y los roles asignados a las mujeres en las sociedades tanto portuguesa como británica.


Paula Rego en su estudio de Londres c.1984. Foto Irene Rhoden
Paula Rego en su estudio de Londres c.1984. Foto Irene Rhoden

Se mire por donde se mire Paula Rego es una de las artistas más relevantes e influyentes de la historia del arte europeo contemporáneo ya que su extensa obra abarca desde mediados de los años cincuenta del siglo XX hasta las primeras décadas del XXI, y cuyo alcance aún necesita ser estudiado en profundidad. Tras participar en varias muestras colectivas comenzó a exponer de manera individual a principios de los años sesenta, en la Bienal de São Paulo representó en una edición a Portugal y en otra convocatoria posterior a Gran Bretaña, en 1989 accedió como candidata a los prestigiosos Premios Turner, fue la primera artista residente de la National Gallery de Londres en 1990, la Universidad de Oxford le concedió en 2005 el grado de Doctora Honoris Causa de las Letras y en 2010 le fue otorgado el título de Dama del Imperio Británico. A partir de una donación de la artista, en 2009 se inauguró un museo denominado Casa das Histórias Paula Rego en Cascais, Portugal, en un edificio diseñado por el arquitecto Eduardo Souto de Mora para albergar gran parte de su obra, incluyendo la totalidad de sus grabados y una importante producción de dibujos, estudios preparatorios y pinturas.


Paula Rego nació en Lisboa en 1935, poco después de que António de Oliveira Salazar hubiese instituido el Estado Novo con la Constitución de 1933, régimen totalitario y corporativista que se mantuvo hasta la Revolución de los Claveles de 1974. El origen acomodado de su familia le permitió estudiar en el colegio inglés St. Julian's en Carcavelos, próximo a Lisboa, aunque sus padres decidieron finalmente alejar a su única hija del ambiente opresivo y de censura que vivía Portugal al enviarla a los dieciséis años a la Grove School de Sevenoaks, en el condado inglés de Kent. En 1952 se trasladó a Londres, donde comenzará sus deseados estudios de arte en la prestigiosa Slade School of Art. Durante los cuatro años que pasó en esta escuela conoció a diferentes artistas como Michael Andrews, Euan Uglow, y al también pintor Victor Willing, quien se convertiría en su futuro marido y padre de sus dos hijas e hijo.


Victor Willing, Cabeza de chica, 1952
Victor Willing, Cabeza de chica, 1952

Este último, Nick Willing, realizó en 2017 un revelador documental titulado Paula Rego. Secrets & Stories (Los secretos de Paula Rego en nuestro país) en el que entrevista a su madre y escucha de ella historias personales y familiares que nunca antes le habían sido contadas. En una de las conversaciones, Rego declaraba que para ella el premio más importante de su carrera había sido ganar el Summer Prize de la Slade en 1954 porque según ella, de entre las y los artistas excepcionales que estudiaban en dicha escuela, había sido una obra suya la elegida.


1954, Bajo el bosque de leche, Summer Prize
1954, Bajo el bosque de leche, Summer Prize

Tras una etapa figurativa más naturalista y, vista su evolución con perspectiva, cierta ingenuidad, la artista comenzó a desarrollar un estilo pictórico más cercano a un Expresionismo que podría recordar a piezas del pintor belga James Ensor, hasta que a finales de la década de los años cincuenta y hasta mediados los años sesenta se centró en una serie de óleos con collage muy influidos tanto por el Surrealismo como por el Pop Art, al combinar elementos dispares entre sí de manera automática e intuitiva, así como por el hecho de utilizar fragmentos de la cultura popular con la intención de incorporarlos al arte. Contrajo matrimonio con Victor Willing en 1959 y vivieron entre Ericeira y Londres hasta que se instalaron definitivamente en la capital inglesa a principios de los años setenta. La autora tenía la doble nacionalidad y recurría en sus creaciones a los recuerdos heredados de la infancia en Portugal fusionándolo con el desarrollo de su trayectoria artística en Inglaterra, algo que no dejaría de hacer en ningún momento.


  1. El gigante de Minsky

  2. James Ensor, Máscaras confrontando la muerte, 1888



  1. 1960, El baño turco

  2. 1961, Sr. Vicente y su esposa


En 1960 expuso con el denominado London Group, y en 1961 realizó una exposición en la Fundación Gulbenkian de Lisboa, institución de la que recibiría una beca en 1962 que le permitió continuar con su trabajo sin estrecheces económicas, aunque su primera exposición individual sería en la Galería de Arte Moderno de la Sociedade Nacional de Belas Artes de Lisboa en 1965. Gran parte de su obra de los años sesenta y setenta se ha clasificado como neodadaísta por su particular mezcla de pintura al óleo y collage con imágenes infantiles, fetichistas y traumáticas, base de su obra posterior, en la que ofrece los lados más oscuros del comportamiento humano mediante narrativas perturbadoras de amor y crueldad, poniendo el foco en las víctimas de unas circunstancias que se encuentran fuera de su control. Su obra se basa en experiencias y recuerdos personales traumáticos de infancia, pero también en miedos, traumas, fantasías y pesadillas que hacen referencia a situaciones de dominación y autoritarismo. El carácter político de sus obras y la expresión de rechazo hacia las injusticias provocadas por las dictaduras ibéricas toma una importante relevancia durante la década de los años sesenta con piezas concretas como Salazar vomitando la patria (1960), Retrato de Grimau (1964) o Los perros de Barcelona (1965), esta última en repulsa a la decisión de Franco de arrojar carne envenenada a las calles de la ciudad con el objetivo de exterminar a los perros vagabundos y, de paso, a aquellas personas sin recursos que también se abalanzarían sobre la comida.


  1. Salazar vomitando la patria (1960)

  2. Retrato de Grimau (1964)

  3. Los perros de Barcelona (1965)


Entre su vasta producción se pueden ir rastreando algunas de las influencias que irán impregnando sus trabajos posteriores, como el caso del intenso estudio que realizó de algunos cuentos populares portugueses y que materializó en una serie de gouaches entre 1974 y 1975.


  1. 1975, Cuentos populares portugueses Blanca Flor palomas bañándose

  2. 1975, Cuentos populares portugueses Las tres cabezas de oro Niña sentada en un pozo con cabezas en primer plano


Esto, unido al propio proceso personal de psicoanálisis de la artista, dio como resultado una profunda inmersión en las posibles dinámicas de los comportamientos humanos que continuará plasmando en las producciones de sus siguientes etapas creativas. A lo largo de su carrera también realizará estudios psicológicos que ella devuelve como imágenes alteradas sobre conocidas obras infantiles como Pinocho, Peter Pan o Blancanieves, así como diferentes fábulas en las que los animales son los protagonistas, poniendo de manifiesto la velada perversidad que subyace bajo muchas historias infantiles.


  1. 1982, Niñera, ositos y el hombre del saco

  2. 1996, Geppetto lavando a Pinocho


Desde los años setenta, Rego no solo se sirve del lenguaje pictórico sino que también desarrolla en el corpus de su obra la creación de muñecos (ella los llamaba bonecos), esculturas realizadas con tela, papel maché y otros materiales sencillos, así como máscaras para caracterizar a los personajes que luego representa. Además de recrear escenarios con elementos y personas para pintarlos del natural en el interior de su estudio, Rego también ha seguido trabajando en la creación de escenografías escultóricas tridimensionales donde va ensamblando muebles, muñecos y obras pictóricas que, como en el caso de Oratorio (2008-2009), proponen una reflexión sobre el sentido de la religión y la devoción.


  1. 1977, La princesita embarazada

  2. 1977-78, El príncipe perfecto

  3. 2008-09, Oratório


A principios de los años ochenta Rego dejó a un lado los collages para centrarse en la pintura acrílica y el gouache sobre papeles de gran tamaño que pintaba en el suelo y sin realizar bocetos previos, generalmente tomando como referencias ilustraciones de cuentos de hadas infantiles y fábulas en las que los animales alcanzan un gran protagonismo, que ella entremezcla con sus experiencias e inquietudes más personales para arrojar unos resultados en los que unos y otras interactúan entre sí, expresando diversas emociones.


  1. 1984, Niña con cerdo y perro llorando

  2. 1986, En el balcón


A partir de 1987 retoma el uso del dibujo del natural para abocetar sus cada vez más complejas composiciones y comienza a pegar los grandes papeles pintados con acrílico sobre lienzos, los cuales parecen necesitar de cierto "orden". Para ello la artista se sirve de un particular uso tanto de la escala como de la perspectiva, una mayor definición de las sombras, un profundo estudio psicológico de los personajes representados, y unos entornos ciertamente cada vez más figurativos y opresivos, los domésticos incluso decorados con muebles similares a los que recordaba de su infancia pasada en Portugal, tal y como menciona en el documental de Willing. A esta etapa pertenecen algunas de sus obras más célebres como el inquietante cuadro Las criadas (1987), inspirado en la obra de teatro de 1947 de Jean Genet del mismo título, La familia (1988) o El baile (1988).


  1. Las criadas (1987)

  2. La familia (1988)

  3. El baile (1988)


A lo largo de su extensa producción son recurrentes las referencias culturales a todo tipo de piezas literarias y textuales, ya sean cuentos infantiles, fábulas, obras de teatro, libretos de ópera, novelas o productos underground como The Story of the Vivian Girls (La historia de las chicas Vivian) del creador norteamericano Henry Darger, cuyos desmadrados avatares la pintora reinterpreta, enfatizando en la reivindicación de la libertad sexual femenina.


  1. Henry Darger, Sin título (Muchas niñas atadas a losas de piedra), MoMA

  2. 1984, Las chicas Vivian como molinos de viento


Además de trasladar a la plástica sus visiones personales de textos de otros autores como Hans Christian Andersen o Franz Kafka, el relato La obra maestra desconocida (1831) de Honoré de Balzac inspiró una serie fechada en 2011, y la novela de Charlotte Brontë Jane Eyre (1847) generó también una serie de obras como Ven a mí (2002). A partir del clásico de la literatura portuguesa escrito por José Maria Eça de Queirós El crimen del Padre Amaro (1875), Rego se inspiró para crear y recrear nuevas imágenes e historias como en Entre mujeres (1997), e incluso propuso la aparición de personajes inéditos en el texto como la poderosa Ángel (1998).


  1. 2002, Ven a mí

  2. 1997, Entre mujeres

  3. 1998, Ángel


La obra de teatro The Pillowman, del dramaturgo y cineasta Martin McDonagh, representante del denominado "teatro de la crueldad" fue el origen de su tríptico de 2004 El hombre almohada. Intrigada por la extrañeza que le provocaban las rimas infantiles tradicionales inglesas que le leía a su nieta, en 1989 decidió generar la serie de treinta aguafuertes Nursery Rhymes, que grabó directamente sobre las planchas sin servirse de bocetos previos.


2004, El hombre almohada
2004, El hombre almohada

Su marido Victor murió en 1988 tras una larga enfermedad, circunstancia que afectó gravemente a su ánimo y su energía creativa pese a que durante ese mismo año tuvieron lugar importantes exposiciones de su obra en la Fundación Gulbenkian de Lisboa, el Museo Serralves de Oporto y la Serpentine Gallery de Londres, que le aportarían una gran notoriedad internacional como pintora figurativa contemporánea. Aunque en un primer momento lo rechazó, en 1990 se convirtió en la primera artista residente de la National Gallery de Londres, donde reinterpretó con su personal estilo pictórico y enfoque de género varias de las obras de la colección como la serie Marriage à-la-mode pintada por William Hogarth en el siglo XVIII, un retablo del siglo XV de Carlo Crivelli o piezas de Velázquez y Tintoretto, reubicando el poder emancipatorio de las mujeres como protagonistas de sus nuevas narrativas. Según la historiadora Whitney Chadwick, su uso de la figuración aplicada a la pintura histórica le sirvió para proponer nuevas iconografías de las heroínas y para "presentar un panteón de figuras femeninas tradicionalmente suprimidas en los relatos de hazañas de varones" (Chadwick, 398).


  1. William Hogarth, hacia 1743, Matrimonio a la moda - El acuerdo matrimonial

  2. 1999, Los esponsales- Lecciones- El naufragio, según 'Matrimonio a la moda' de Hogarth


Otro de sus grandes hitos tuvo que ver con la adopción de la que sería su nueva técnica artística a través del uso del pastel para ejecutar las nuevas obras que comenzó a desarrollar tras la compra de un estudio en el barrio londinense de Kentish Town en 1994. No es irrelevante este posicionamiento ya que el pastel,

de escasa entidad en la historia del arte, se consideraba eminentemente femenina por la evanescencia y suavidad de sus resultados. Asumiendo esta técnica “femenina”, Rego convirtió el pastel en un medio extraordinariamente directo y potente creando personajes de rotunda y conmovedora presencia: mujeres poderosas y reales, percibidas y representadas con un realismo y una firmeza, que los aparta de los estereotipos tradicionales de las mujeres de la tradición androcéntrica.

(Muñoz López, 260-61)


Por sus características de expresión inmediata y la rapidez de su ejecución fue muy utilizado durante el Impresionismo por diferentes artistas como Berthe Morisot, Mary Cassatt o Eva Gonzalès para elaborar principalmente retratos, escenas domésticas y paisajes, pero Paula Rego consiguió revertir dichas connotaciones "femeninas" a través de una enorme habilidad para trabajar tanto con el propio material artístico como con sus representaciones de la psicología humana, tal y como podemos apreciar en el detalle ampliado de uno de las obras de la serie Posesión (2004).


  1. Mary Cassatt, Nicole soñolienta, hacia 1900

  2. 2004, Posesión, serie Detalle pastel


La artista inició esta nueva andadura con el pastel con la impactante serie Mujer perro, en la que proponía una comparativa entre la atribución de fidelidad que se le asigna a dicho animal con la sumisión a la que se veían sometidas las mujeres en la sociedad portuguesa. Así, las "mujeres perro" adoptan no solo posturas caninas, sino también algunos de sus comportamientos, cargando a estas obras de un potentísimo mensaje.


1994, Mujer perro
1994, Mujer perro

Con un evidente humor irónico Rego contestó ante la imagen tradicional de belleza de las bailarinas, transmitida y perpetuada por el punto de vista heteropatriarcal heredado, en particular en en el campo de la Historia del Arte, en la serie que realizó para la exposición Spellbound: Art and Film que organizó la Hayward Gallery de Londres en 1995 para conmemorar los 100 años del cine en Gran Bretaña. Para ello, se inspiró en la película Fantasía (1940) de Walt Disney para componer una relectura del baile de avestruces del musical en forma de ocho paneles. De hecho, este grupo de obras representa todo un alegato feminista que confronta los conocidos pasteles de bailarinas "etéreas" y "vaporosas" realizados por el artista Edgar Degas, al mostrar los cuerpos de mujeres rotundas y fuertes que no están pendientes de ninguna mirada masculina que pueda interferir en sus comportamientos, es decir, la artista las representa  relacionándose entre ellas en un entorno de seguridad y libertad.


  1. Avestruces, Fantasía, Disney, 1940

  2. 1995, Avestruces bailarinas de 'Fantasía' de Disney, díptico

  3. Edgar Degas, Bailarina basculando (Bailarina verde), 1877-1879


Rego insistió en denunciar el constreñimiento al que se sometía a las mujeres mediante las convenciones sociales de la feminidad ideal, como en el caso de la evidente incomodidad que inunda a la chica que se retuerce dentro de una faja que oprime su cuerpo y sus movimientos para parecer más delgada en La faja (1995), la cual destila la misma inseguridad ante las miradas masculinas de las adolescentes fotografiadas por Rineke Dijkstra, la infantilización de las mujeres al compararlas con muñecas o la tiranía de las vestimentas como vemos en El vestido de color salmón (2001). Yendo más allá, realizó a finales de los años noventa una amplia serie de obras, tanto en pastel como en grabado, nacida como respuesta a un fallido primer referéndum llevado a cabo en Portugal en 1998 para legalizar el aborto y conseguir despenalizarlo, algo que no se consiguió en aquel momento por falta de votos. En sus obras presenta a varias mujeres obligadas a abortar de manera clandestina, tal y como se veían obligadas a hacer aquellas que no podían permitirse pagar un viaje a otros países más permisivos como Inglaterra, en un momento personal intenso y, sobre todo, envuelto de soledad. No hay grandes despliegues de sangre o desastre, tampoco unas condiciones sanitarias mínimas que garantice la salud de estas mujeres sino el sufrimiento privado que las hace víctimas de un sistema que no han elegido. Pero Rego nos muestra a estas mujeres decididas y seguras de sí mismas, mostrando dignidad y triunfo incluso en estas circunstancias sobrecogedoras, interpelando directamente a las autoridades políticas y a la hipocresía de la sociedad portuguesa para que se produjera un cambio y se legalizase la interrupción voluntaria del embarazo. Algunas de sus piezas fueron utilizadas para reforzar la campaña que apoyaba la legalización del aborto, lo cual se consiguió tras el segundo referéndum celebrado en 2007. Vemos aquí un ejemplo del posible uso político de las imágenes artísticas concebidas por una mujer con vocación de cambio y de trascender a la sociedad.


  1. 1995, Cinta

  2. Rineke Dijkstra, Coney Island, N.Y., USA, June 20, 1993

  3. 2001, El vestido de color salmón

  4. 1999, Sin título nº 1, grabado

  5. 1998, Sin título n.º 1, pastel


“Ser mujer en Portugal cuando yo era joven era muy restrictivo; las mujeres tenían pocos derechos, como los hombres tenían pocos derechos. Yo siempre estaba muy enterada de la injusticia de la situación de las mujeres, y más recientemente cuando hubo el referéndum sobre la legislación del aborto, yo me sentí muy disgustada de que tan poca gente se hubiera molestado en votar, fue entonces cuando hice mis pinturas sobre abortos. Posteriormente, hubo un segundo referéndum en Portugal, en el que estuve orgullosa de que mis pinturas se usaran como propaganda, y la ley pasó a legalizar el aborto el 11 de febrero de 2007.”

(Paula Rego, 2008).


La artista portuguesa no solo ha defendido en su obra la libertad de las mujeres en los ámbitos reproductivo, sexual, doméstico, literario, artístico o laboral, también ha denunciado prácticas denigratorias como el tráfico de mujeres en Carga humana (2007-2008) o el terrible rito de mutilación de los genitales que sufren aún hoy en día miles de niñas en el mundo como muestra en Fuga (2009).


Fuga (2009)
Fuga (2009)

Los procesos personales de depresión por los que atraviesa la artista y que relata en el documental realizado por su hijo Nick, produjeron en el año 2004 una serie de obras titulada Posesión I-VII en las que su modelo fetiche y colaboradora, Lila Nunes, posa al natural para las composiciones en las que incluso incluye el diván donde realizaba la terapia. Rego encontraba ciertas conexiones entre las contorsiones de los cuerpos de las mujeres que, en aquel momento, eran diagnosticadas de "histeria", también había gente que creía que estaban poseídas por el demonio, y que se mostraban en fotografías para ilustrar conferencias médicas durante el último cuarto del siglo XIX, con las poses de las santas en la iconografía cristiana. Por representar un triste episodio que la artista no quería rememorar decidió guardarlas hasta que durante la grabación del documental la propia Lila desentierra dichos trabajos, extrayéndolos de la gran cajonera donde habían estado cuidadosamente conservados durante una década y desplegándolos para la mirada de Rego y de la cámara de su hijo.


  1. 2004, Posesión, serie

  2. Jean Martin Charcot, Fases histeria, 1870s


Además de grandes retrospectivas como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en 2007, la Pinacoteca do Estado de São Paulo en 2011, o Les contes cruels de Paula Rego (Los cuentos crueles de Paula Rego) en el Musée de l'Orangerie de París entre 2018 y 2019, durante el año de su fallecimiento, 2022, parte de su obra se encontraba en la muestra Paula Rego del Museo Picasso de Málaga, además de ser una de las artistas más importantes de la 59 edición de la Bienal de Venecia con la exposición La leche de los sueños.


2019, Siete pecados capitales
2019, Siete pecados capitales

Actualmente se siguen organizando exposiciones-diálogo en distintas instituciones en las que, aparte de poner en valor el vasto e inagotable legado creativo de Paula Rego, relacionan aspectos de su obra con la de otros/as artistas. Es el caso de la muestra "Uncanny visions: Paula Rego and Francisco de Goya" celebrada en el Holburne Museum de Bath entre septiembre de 2024 y enero de 2025 donde se presentan las similitudes humorísticas y siniestras entre sus respectivas series de grabados Nursery Rhymes (1989) y Los Disparates (1815-1824); o la que tuvo lugar en el Centro de Arte Moderna Gulbenkian de Lisboa hasta finales de septiembre de este año titulada "Paula Rego e Adriana Varejão: Entre os vossos dentes" en la que las obras de la artista portuguesa y la artista brasileña ocuparon las trece salas de la nave, generando conexiones temáticas, espacios comunes y divergencias conceptuales.


Un legado inabarcable como el de Paula Rego abre y conecta múltiples vías de relación e interpretación situada de su obra a través de la cual imbricar el arte y la vida, es decir, ayudar a entendernos como sociedad.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y WEBGRAFÍA

 

- Chadwick, Whitney. Mujer, arte y sociedad. 2ª ed. Barcelona: Ediciones Destino, 1999.

- Muñoz López, Pilar. "Arte feminista. Empoderamiento de las mujeres en el arte. El ejemplo de Paula Rego". Cuadernos Kóre. Revista de historia y pensamiento de género No 8 (Primavera-Verano 2013), p. 237-265.

 

 

- Willing, Nick. Paula Rego. Secrets & Stories. Kismet Film Company, 2017.

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