Antes íbamos a misa; ahora, al centro comercial. La comunión es con tarjeta de crédito y el “Amén” es “Confirmar compra”. Walter Benjamin lo predijo, el capitalismo funciona no como la secularización de la religión, sino una nueva religión en si misma. Se presenta como una religión totalmente de culto - al capital - que resulta ser sans treve et sans merci (“sin tregua ni respiro”), y por tanto permanente y sostenido (Karmy Bolton, 2019 p.3).