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Mujeres artistas del siglo XX que no aparecían en mi libro de arte de la carrera. Remedios Varo

Actualizado: 5 dic 2023

Matisse, Picasso, Dalí, Renoir, Giacometti, o Cézanne, son nombres y personalidades universales en la historia del arte del siglo XX, no les fue fácil alcanzar la casi inmortalidad, pero lo cierto es que tuvieron menos dificultades que las 17 mujeres de las que te hablaremos en estos "Apuntes alternativos de carrera", que también merecían estar en mi libro de arte. Noveno capítulo de esta sección dedicado a la gran Remedios Varo (Anglés, 1908 - Ciudad de México, 1963) pintora cuya producción artística se centró en el surrealismo, íntima de Leonora Carrington, sus mutuas influencias se palparon en ambas obras.


1955, Simpatía (la rabia del gato), Remedios Varo


Las múltiples aportaciones de las artistas al movimiento surrealista en todos sus ámbitos artísticos, ya sea pintura, escultura, fotografía, cine o poesía son innegables, pero en el capítulo dedicado al Surrealismo en mi libro de arte del siglo XX de la carrera tan solo aparece la obra de una de ellas: Meret Oppenheim.


En cada una de las disciplinas del movimiento están presentes las artistas surrealistas. Nombramos a algunas de ellas: Claude Cahun, Lee Miller, Valentine Penrose, Dorothea Tanning, Maruja Mallo, Frida Kahlo, Kay Sage, Dora Maar, Germaine Dulac, Leonora Carrington, Leonor Fini, Simone Kahn, Bridget Bate Tichenor, Meret Oppenheim, Alice Rahon, Ithell Colquhoun, Toyen, Unica Zürn, Valentine Hugo, Gertrude Abercrombie, Rachel Baes, Eileen Agar, Jacqueline Lamba, Maya Deren, Penny Slinger, Emmy Bridgwater, 'Nusch', Helen Lundeberg, Edith Rimmington... En pleno 2023 aún resulta necesario actualizar los manuales de estudio de Historia del Arte, completarlos, nutrirlos con unas perspectivas más amplias en las que se reconozca el trabajo de las creadoras, se pronuncien sus nombres y apellidos, se analicen en profundidad sus obras en relación con sus contextos de producción y recepción, y se ratifique de una vez su capacidad para abrir nuevas vías de experimentación artística.


Estos avances que echamos de menos en los libros de texto sí parecen venirse produciendo poco a poco en las salas de los museos e instituciones de arte de todo el mundo. En los últimos años se han ido organizando diferentes exposiciones, sobre todo colectivas, de mujeres artistas surrealistas, como Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo en el Museo Picasso Málaga entre octubre de 2017 y enero de 2018; Mujeres fantásticas. Mundos surrealistas de Meret Oppenheim a Frida Kahlo, organizada por el Museo Schirn de Frankfurt en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Lousiana (Humlebæk, Dinamarca) en 2020; o ¿Surrealismo femenino? en el Museo de Montmartre de París en 2023. Pese al menor número de exposiciones individuales podemos destacar la antológica Remedios Varo Constelaciones que organizó el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) entre 2020 y 2021, centrada especialmente en su obra mexicana; y Leonora Carrington. Revelación en la Fundación Mapfre de Madrid entre febrero y mayo de 2023, que fue la primera exposición antológica dedicada a esta artista realizada en España.


Remedios Varo pintó imágenes surrealistas clásicas a lo largo de toda su vida, tomando como fuentes de inspiración mundos de ficción, fantasía y sueños en extraños paisajes imaginarios, demostrando una gran capacidad de traducir los sueños a imágenes realistas, con una técnica muy minuciosa que se relaciona con la pintura medieval, ya que pintaba con pinceles muy finos. Mezclaba en sus mundos oníricos la ciencia, el esoterismo, la magia, la alquimia, con referencias también a Goya, El Bosco, El Greco o Brueghel el Viejo. Fue una de las primeras mujeres en estudiar en la Real Academia de San Fernando de Madrid en 1924, pero sobre todo se la relaciona con las corrientes del Surrealismo. Durante su estancia en Barcelona se unió al grupo surrealista catalán Logicofobista, en el cual se encontraba la pintora Maruja Mallo, presente, junto a Frida Kahlo en la actual exposición Maestras del Museo Thyssen-Bornemisza. De aquella época se conserva una decacolmanía de Remedios Varo titulada El tejido de los sueños (1935) que puede verse hasta marzo de 2024 en el Patio Herreriano Museo de Arte Contemporáneo Español como parte de la Escena II de la muestra colectiva La Ocupación. Carta blanca a Cabello/Carceller y cuyo título ha servido también para denominar el libro que la Editorial Renacimiento ha publicado en 2023 reuniendo la obra escrita de la artista, así como varios collages y cadáveres exquisitos creados en Barcelona junto a Marcel Jean, Óscar Domínguez o Esteban Francés. En sus textos se puede apreciar el tratamiento surrealista que hace de la escritura, por ejemplo en fragmentos como este:

"[...] Después de atravesar mi espíritu, primero por el cuerpo de un gato, después por el de una criatura desconocida perteneciente al mundo de la velocidad –es decir, a ese que nos atraviesa a más de 300 mil kilómetros por segundo (y que, por lo tanto, no vemos)– fui a dar, inexplicablemente, al corazón de un trozo de cuarzo."

  1. 1935, El tejido de los sueños. Remedios Varo

  2. 1935, Cadavre Exquis Sin título. Remedios Varo, Esteban Francés, Oscar Domínguez, Marcel Jean.

  3. 1930, Cadáver exquisito. André Breton, Nusch, Valentine Hugo, Paul Éluard

  4. 1935, Catálogo de las sombras. Remedios Varo.


Tras la irrupción de la Guerra Civil en 1936 se marchó a París, donde formó parte de las actividades del grupo surrealista. Profundizó en técnicas típicas del Surrealismo como la decalcomanía, el grattage, el fumage, el frottage o los cadáveres exquisitos y, ya en México, donde se trasladó en 1941, ahonda en las ciencias ocultas y la alquimia, además de estudiar otras disciplinas como la botánica, la zoología, la entomología, la astronomía o las matemáticas. En el exilio mexicano se reunió un grupo efervescente de artistas junto a las también pintoras surrealistas Leonora Carrington, Alice Rahon, Bridget Tichenor o la fotógrafa Kati Horna. Su acceso como creadoras dentro del movimiento se vio limitado en sus inicios a ser "la mujer de", "la novia de", como el caso de Simone Kahn y André Breton, Dora Maar y Picasso, o como simples musas de ellos. En ocasiones, algunas de esas musas subvirtieron dicho rol y se convirtieron en artistas. Esto le ocurrió a María Benz 'Nusch' con una serie de collages que realizó en 1935 pero cuya autoría fue suplantada y cuestionada. Debido a su papel de modelo, que ejercía posando para pintores, fotógrafos y poetas, quedaba invalidada, a los ojos de ellos, su capacidad creadora, así que sus obras fueron adjudicadas directamente a Paul Élouard, "el artista" de la pareja. Posteriormente, el propio desarrollo y amplitud de intereses del movimiento surrealista fue integrando en muchas de sus actividades a las artistas, aunque su obra siempre fue recibida con cierta condescendencia, quedando relegada a un segundo plano con respecto a la de los artistas.


1. 1960, Mimetismo. Remedios Varo

2. 1957, Vagabundo. Remedios Varo

3. 1958, Visita Inesperada. Remedios Varo

4. 1956, Energía Cosmica Inspiración. Remedios Varo


Resulta interesante, aunque devastador en términos de igualdad, poner en relación la obra de Remedios Varo o la de sus compañeras Leonora Carrington y Dorothea Tanning con la producción surrealista de otros artistas hombres, por cómo se desvelan las diferentes formas de representación del cuerpo de la mujer. En general, para los artistas surrealistas la mujer es objeto de deseo, nocturno, y privado de filtros de la razón, sobre los que pueden desembocar todo tipo de instintos y obsesiones. Les otorgan un papel de musas, ya que se ven con un derecho heredado por la tradición heteropatriarcal de superioridad, dominación, maleabilidad y posesión de los cuerpos femeninos con los que juegan a su antojo en sus obras. Si observamos ciertas obras de Salvador Dalí, Paul Delvaux o René Magritte podremos entender las estrategias de cosificación del cuerpo de la mujer del arte surrealista masculino.




1. 1944, Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar. Salvador Dalí

2. 1951, La edad de hierro. Paul Delvaux

3. 1945, La violación. René Magritte


Las artistas, sin embargo, presentan en sus obras unos cuerpos femeninos que dialogan con su subconsciente personal, con sus miedos, frustraciones, deseos, parten de sus propias experiencias particulares, y construyen relatos de conciencia feminista que mezclan lo racional, lo fantástico, la naturaleza y lo sobrenatural. También reflejan en muchas de sus obras cuerpos humanos andróginos en los cuales no es importante su género sino su simbolismo a través de una propuesta de equidad que difiere del binarismo sexual determinado por los surrealistas. Esto ocurre en obras de Remedios Varo, Leonora Carrington, Claude Cahun o Ángeles Santos, de quien hablaremos en el próximo capítulo.



La pintora, Remedios Varo, acompañada de sus gatos, entre los que sobresale Pituso, de largo pelaje.


En esta ocasión hemos querido destacar la relación de la pintora con los gatos, con quienes convivía y a quienes retrató en numerosas obras que hoy os ofrecemos reunidas aquí. Recordad que podéis visitar nuestro proyecto @habladegatos, otra iniciativa de Habla de Arte.




  1. 1955, El paraíso de los gatos. Remedios Varo

  2. 1957, El Gato Helecho. Remedios Varo

  3. 1943, Gato Hombre. Remedios Varo

  4. 1950, Mujer felina. Remedios Varo

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